Fechas: del 7 de abril al 13 de abril de 2011
Nº pax: 53
Visitas: Granada, Córdoba, Sierra Nevada y Las Alpujarras, Antequera, Úbeda, Baeza y Jaén.
Dicen que la perfección no existe, y por eso el título de esta entrada incluye ese "(casi)". Realmente, este viaje tuvo fallos, tuvo inconvenientes, pero para mi, fue uno de los mejores circuitos que he hecho.
Me tocó quedarme cerquita de casa, y esperar pacientemente a que en esta ocasión, fueran los viajeros los que se desplazaran hasta aquí. El grupo venía de Menorca y mi función del primer día era, simplemente, recogerlos en el aeropuerto de Granada y acompañarlos al hotel. Pero claro, no todo iba a ser tan sencillo y cuando se cruzan aviones de por medio siempre hay algún inconveniente y en este caso fueron dos horas de retraso en el primer vuelo de Mahon a Barcelona. La agencia me llamaba para decirme que no sabía si podrían coger el vuelo a Granada o tendrían que pasar la noche en Barcelona, yo avisaba al conductor del autobús de que no pasara a por mi a la hora prevista porque vendrían más tarde, llamaba al jefe de grupo para ver si ya habían embarcado... vaya una tarde de estrés, hasta que finalmente aterrizó el vuelo en el pequeño aeropuerto de Granada, y yo esperando con mi cartelito de colores brillantes para que se me distinguiera con facilidad, nerviosa porque nadie se acercaba a mi indicando que era del grupo, hasta que una media hora más tarde, al fin llegaron todos y tras comprobar que efectivamente nadie se había quedado rezagado, nos dirigimos al hotel, donde me tocó escuchar la charla del jefe de comedor, diciendo que la hora de la cena terminaba a las 21.00h y que nosotros habíamos llegado a las 23.00h, y suerte que había avisado de que el vuelo venía con retraso y había dado él mismo el visto bueno de esperarnos para la cena. Aunque no sería el único día que tendría que oir algún comentario sobre la hora de la cena, y es que un buffet que tiene un horario de 20.00h a 21.00h (aunque en los horarios de recepción indicara que terminaba a las 22.00, en el comedor, iban por otro lado), ¿no os parece a vosotros también un poco temprano, para la hora de cenar española?
Otro con el que me tocó lidiar fue con el dueño de la empresa de autobuses. Al ser de Granada, me preguntó si habría algún problema en que me cambiara el conductor algún día, porque tenían mucho trabajo y eso le daba algo de flexibilidad. Por hacer un favor dije que sí, mientras el autobús estuviera en la puerta del hotel cada mañana, no tenía problema en que condujera uno u otro; pero lo que yo no esperaba es que en 7 días, llegaran a pasar por allí 6 conductores diferentes, en ocasiones dos por día y el consiguiente cambio de autobús incluido, sin hablar de que la mitad de las veces olvidaban colocar la placa de la agencia, lo que me suponía una nueva llamada a la empresa para solicitar que al día siguiente no la olvidaran, puesto que era obligatoria.
Luis fue el conductor que nos acompañó en más ocasiones, tres días, en la visita a Córdoba, a Úbeda, Baeza y Jaén y a la Estación de Esquí y Alpujarras, visita esta última en que se requerían muchas horas de autobús y muchas horas de carretera de montaña, ya que subimos a los puntos más altos de sierra nevada por el lado norte y por el lado sur, en una misma mañana. Se compenetró muy bien con el grupo, y para mi fue un buen compañero, ayudando en lo que podía, aunque algunas veces me desmontara mi organización del viaje indicando a los clientes que me pidieran que hablara de temas que yo tenía preparados para otros momentos del viaje más oportunos, o poniendo chistes en momentos en que yo tenía preparados temas o pueblos interesantes sobre los que hablar, ya que entiendo que en un viaje, es mejor poner este tipo de cosas a la vuelta, cuando ya todo el mundo está cansado y no se presta la misma atención a lo que se cuenta; pero bueno, también esto me valió para mejorar mi improvisación.
Sobre el grupo, ¿qué decir?, no tengo palabras. Personas encantadoras donde las haya, ni una queja, ni una impuntualidad, ni una protesta, personas con ganas de ver y conocer lugares, con ilusión por lo que estaban viendo, en ocasiones incluso como niños. En resumen, el tipo de personas que hacen que este trabajo valga la pena y que una guía deje de trabajar para poder disfrutar también del viaje como si estuviera viajando con amigos. Un saludo a toda la asociación de jubilados de Alaior (espero haberlo escrito bien), son personas que siempre estarán en mi memoria y siento si alguno ha entrado ya al blog esperando encontrar esta entrada un poco antes, pero estuve enferma y me fue imposible hacerlo antes.
1 comentario:
soy del grupo de jubilados de alaior solo decirte que el viaje fue muy bien gracias por todo fuistes muy amable y tanbien el chofer luis
Publicar un comentario