Fechas: Del 12 de noviembre al 14 de noviembre
Lugares: Torremolinos, Puerto Banús, Marbella, Fuengirola, Benalmádena y
Ronda
Nº de pax: 33
Ya comienzan a llegar los días más fríos y también más cortos y, aunque parezca un poco extraño, aún se sigue visitando la Costa del Sol. Tenemos la idea de que lugares como Fuengirola, Torremolinos o Benalmádena son ciudades para visitar sólo en verano y disfrutar de sus playas; sin embargo, he de reconocer que me ha sorprendido lo que he podido encontrar en algunos de estos lugares.
El viernes por la tarde, el grupo salió desde Vera, Almería, con dirección a Torremolinos, donde estaba nuestro hotel, el Marina Sur ***, y desde donde partiríamos el resto de días para las visitas previstas.
La primera mañana fue el día más ajetreado. Salimos temprano para visitar Puerto Banús, donde cada cual pudo pasear tranquilamente por el puerto y ver los lujosos yates, o caminar entre las estrellas del Boulevard de la Fama, donde justo el día anterior habían inaugurado una en honor a Lola Flores.
Si pronunciamos el nombre de Marbella, la primera idea que acude a nuestra cabeza seguramente tiene relación con el Caso Malaya; y la segunda, muy posiblemente, con famosos y playa. Sin embargo, a pocos se le ocurrirá pensar en su casco histórico, un rinconcito en el centro, alejado del tumulto de los vehículos, que no pueden pasar por sus calles estrechas, y donde se conservan vestigios de una época más tranquila para esta ciudad. Un paseito por estas calles nos prepara para terminar con un ratito de descanso bajo los árboles del Paseo de la Alameda, o bien junto a la playa, si recorremos la Avenida del Mar, donde los amantes del arte se encontrarán con algunas esculturas de Dalí.
Castillo Sohail, Fuengirola (Foto de Paquita Román) |
Para terminar la mañana, una ciudad con la que el boom de la construcción se cebó un poco más, Fuengirola. Si llegamos hasta aquí bordeando la costa por la Autovía del Mediterráneo, justo antes de pasar sobre el río Fuengirola, a la derecha nos encontramos con el castillo Sohail, que hubo quien quiso visitar y quien prefirió quedarse paseando cerca del mar.
A las dos en punto, llegábamos al hotel para el almuerzo, un descanso bien merecido y hasta una siesta, para volver por la tarde a explotar los municipios de costa y montaña, en este caso Benalmádena, que cuenta con ambas cosas. Nada más llegar, subimos en el tren turístico para hacer una visita del precioso puerto deportivo y después de dar una vuelta por la tiendecitas de la zona y que se levantará una brisita que nos obligó a ponernos los abrigos, ¿qué mejor que volver a subir al autobús, para comodamente sentados, dirigirnos hasta Benalmádena Pueblo? No sin antes pasar por lugares emblemáticos como el Casino de Torrequebrada, el Castillo de Bil Bil, el Parque de la Paloma, el Tivoli World... para terminar con una preciosa vista, ya con las luces encendidas, puesto que anochecía, de toda la costa, desde el Mirador de los Jardines del Muro.
La fiesta debió de durar hasta bien tarde esa noche en el hotel, puesto que finalmente salimos el domingo para Ronda a las 9.00h de mañana. Volvimos a rehacer el camino que recorriéramos el día anterior hasta Marbella, para en San Pedro de Alcántara, tomar la carretera que cruza la Serranía de Ronda hasta la propia ciudad de Ronda. Las vistas maravillosas, lugares desde donde se puede ver a lo lejos el Peñón de Gibraltar y también, porque no decirlo, bastantes curvas. Pero nos acompañaba un conductor experimentado, Antonio, que hizo todo el camino sin despeinarse el flequillo.
Desde Ronda, y justo a tiempo para no nos estropeara la lluvia la visita, salimos de vuelta a casa, más cansados que el viernes, pero con una nueva experiencia vivida.
PD: Quería agradecer a Paquita Román el que me haya enviado algunas fotos del viaje de las que he incluido una en la que el grupo se encontraba en el Castillo Sohail. Gracias
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